Fotos Armando Saldana
Por Ruy Martínez
Querétaro poco a poco se ha ido convirtiendo en una gran urbe y toda gran urbe merece un buen festival musical. En su segundo año, Pulso GNP se ha convertido en una parada obligada para todos los melómanos del centro del país. Un festival más en donde bandas de todos los estilos y de varias partes del mundo se juntan para crear una gran fiesta.
Los Blenders fue una de las primeras bandas en tocar ante un público que comenzaba a llenar el lugar a pesar del fuerte sol que no dio tregua durante el día.
Poco después llegó el turno de Little Jesus en el escenario principal siendo el primer grupo en poner el ánimo a lo alto, ánimo que no bajó el resto de la jornada. Camilo VII siguió con el mismo mood, poniendo a cantar a los miles de asistentes que para esa hora ya se se encontraban en el lugar.
Mientras Rock En Tu Idioma Sinfónico sacaba al chavo ruco que todos llevan dentro, en otro escenario el público con gustos más anglosajones se preparaba para recibir uno de los mejores shows del día: Wolfmother, banda australiana de hard rock que montó un set intenso lleno de referencias al rock clásico.
Tras llenar en varias ocasiones el Auditorio Naconal, no cabía duda que uno de los momentos altos del festival sería Mon Laferte y vaya que no decepcionó, apenas caída la noche, la chilena puso a cantar hasta al más indiferente repasando tanto canciones de su nuevo disco así como algunas del pasado que poco a poco se van convirtiendo en clásicos.
En el escenario principal, Caifanes seguía complaciendo a aquellos fans del rock en español noventero, sin embargo al mismo tiempo White Lies daba cátedra de buen rock demostrando que por mucho que digan el género no ha muerto y sigue habiendo exponentes de calidad a lo largo y ancho del planeta.
Y hablando de exponentes importantes del rock internacional, la carta fuerte de la noche fue Interpol, banda que deleito al público con un setlist donde abordaron sus canciones más famosas; esas con las que se han ganado un lugar especial en la historia.
Mientras eso pasaba, en un escenario más chico, LNG/SHT demostró que tiene un público tan fiel que no importa que compita con el headliner del festival, su escenario se va a llenar sí o sí.
Para cerrar el legaron dos opciones guapachosas para bailar: Los Auténticos Decadentes y Mi Banda El Mexicano, siendo esta última la que puso a bailar hasta al más rockero, no por nada son el grupo de música regional que más veces se presenta en festivales en todo el país.
Sólo dos ediciones bastaron para que Pulso GNP se convierta en uno de los mejores festivales del país. El espacio está bien, los escenarios en su mayoría sonaron bien y puntuales. El cartel, si bien no es nada del otro mundo, para ser un festival nuevo está bastante decente y bien curado, conocedor del público al que quiere llegar. No cabe duda que entre tantos festivales es difícil destacar pero la gente en Querétaro lo está haciendo bastante bien.
