Fotos Steff Torres
¿Recuerdan cuando todo el tiempo teníamos un concierto de Placebo en la ciudad? En esos momentos fuimos comprobando que a los fans mexicanos no les importa si se anuncia un concierto de su banda favorita con lapsos de separación relativamente cortos, ya que siempre harán lo imposible por verlos una y otra vez.
Lo mismo ha pasado con Interpol y ahora lo vemos con los rusos de Motorama, quienes parece que ya tienen una manda anual donde aprovechan sus viajes a Norteamérica para dar uno o dos shows alrededor del país.
Si bien ya pasaron dos años de su presentación en el Plaza en compañía de Be Forest, el año pasado pudimos verlos en su modalidad de ULTRO para darle una pequeña refrescada a sus anteriores visitas y con ello podemos decir que su regreso a la Ciudad de México se sintió como un segundo respiro en medio del proceso promocional de Many Nights.
Como su concierto en el Plaza Condesa terminó siendo sold out (no surprises) la banda abrió rápidamente una segunda fecha en SALA Puebla para brindar una experiencia un tanto más íntima y donde pese a las fallas técnicas que aparecieron en varias ocasiones sobre el escenario, las cosas fueron fluyendo de la mejor manera posible para la banda y los asistentes, quienes en todo momento le mostraron su apoyo a Vladislav Parshin cuando su voz comenzaba a perderse.
Motorama tiene una relación bastante fuerte con el público mexicano; el amor que existe entre ambos es incondicional y así se la pasen viniendo cada año, siempre se terminan regresando a casa con otra sólida muestra de fidelidad.