Fotos Oscar Villanueva / @theOzcorp
Por Ernesto Olvera / @MyBlogCliche
En el 2013 hubo un show verdaderamente despiadado como parte del Festival Aural. Si tienen en orden cada recuerdo de su memoria, sabrán que después de la presentación de Sunn O))) en el Lunario del Auditorio Nacional, ese segmento de Aural fue uno de los más ensordecedores que se han vivido en dicho recinto, pues esa vez estuvo Boris compartiendo escenario con Liturgy y Monogatari.
La banda japonesa está acostumbrada a presentarse en ambientes donde el audio quede atrapado en el recinto para que suene a su máxima potencia. No importa si es el mejor o el peor de los audios, Boris siempre busca la manera de adaptarse a lo que tienen a su alcance para dar presentaciones que nos dejen con un zumbido al al salir del lugar.
Aunque actualmente están de gira con Uniform, en su regreso a la Ciudad de México cambiaron el patrón de su recorrido por Norteamérica para darle un espacio a las bandas locales, por lo que la inclusión de K. y Bardoss fue una de las decisiones más acertadas para ir ajustando los monitores y considerar, por segunda o tercera ocasión, el uso de unos earplugs a lo largo de la noche.
Encasillar a Boris en un solo género es uno de los errores más comunes que se dan en el ámbito de la «critica musical» (o whvtvr), pues a lo largo de su carrera han explorado distintos terrenos que no solo han contribuido a que sus habilidades como músicos sean más complejas, sino que sus presentaciones adquieran una dimensión que te ahoga como si te estuvieran sujetando del cuello para quitarte la respiración; no tanto como experimentar algo cercano a la muerte, pero sí te provoca una satisfacción de placer al desear que la distorsión no se extinga en ningún momento.
Si bien LφVE & EVφL, su nuevo álbum, sale hasta octubre, este fue el preámbulo perfecto para escuchar lo que estuvieron preparando en el estudio durante el último año y aunque por ahí hubieron un par de limitaciones en los micrófonos, Boris vino a reafirmar que sus conciertos son una aplastante experiencia que se debe presenciar al menos una vez en la vida.