Skip to content

NOTICIA

La Diosa del Asfalto: Violencia y lealtad al ritmo de Jessie Bulbo, Baby Batiz y Size

Por: Steff Torres / @stefftorress

La Diosa del Asfalto de Julián Hernández, nos cuenta una historia más que necesaria. Retrata a niñas, adolescentes y mujeres que se abren paso entre el concreto que devora toda superficie en esta cuidad, mientras sortean la violencia, el machismo, la carencia, los abusos policiales entre sueños y rock.

Viajamos con el guión de Inés Morales y Susana Quiroz (quienes vivieron en carne propia la difícil situación de esta zona) con nuestra protagonista Max a los años ochenta, a esa zona de Santa Fe que ruge y los autos último modelo que pasean del otro lado hacen como que no existe.

La música une a los personajes y a sus espectadores, en los primeros segundos escuchamos “Go, Go Girl” de Size, para descubrir que Max (Ximena Romo) regresa a su barrio, como la líder de una banda que ha cosechado éxito. Un anhelo de muchas y muchos en esos rincones donde parece que no hay lugar para los sueños, logrando un inicio bastante interesante.

Pasan los minutos y se nos presentan a las otras cuatro integrantes de Las Castradoras de Santa Fe: Sonia, Ramira, Carcacha y Guama quienes se unen intentando combatir la desigualdad en la que viven, las agresiones a las que son sometidas solo hecho de ser mujeres, cubriendo sus heridas con amistad, romance y música.

La Diosa del Asfalto tiene grandes aciertos sonoros con las letras, originales de Jessy Bulbo (quien hace más de una década se planteó para ser la protagonista de esta película) que llegan a sentirse parte del movimiento rupestre, al encajar como un engrane hecho a la medida con los versos crudos sin endulzantes. Y ni qué decir de la sonrisa al ver a Baby Batiz cantando como la grande que es, por su enorme aportación al rock, pero también tiene muchos desencuentros.

Sabemos la violencia que vivimos como mujeres día a día, esta historia viene de anécdotas reales y había escenas que pudieron ser mejor cuidadas y enfocadas, porque aún en la ficción el recordar y ver algunas imágenes como mujeres, duele. Y ya hablando de perspectiva, por momentos los giros de la cámara también se sentían fuera de sentido, mareaban e incluso sacaban la seriedad de la situación.

Necesitamos más historias con mujeres protagonistas, sí. Ximena Romo y Mabel Cadena hicieron unas actuaciones espectaculares, sin dejar atrás a sus compañeras, logrando que como espectadora empatiza con ellas, pero al final la película no logra concretarse en plena forma, pero abre camino y eso siempre es rescatable.

La Diosa del Asfalto nos recordó a muchas que la historia ha borrado a las mujeres y sus luchas, pero que hoy más que nunca conocemos la fuerza que podemos lograr juntas. Y que todos esos grupos que existieron, y lucharon por un espacio seguro como: Las Castradoras de Santa Fe, Las Desgarradoras, Las Viudas Negras o Las Nenas Mierdas, no serán olvidados.

“La violencia contra la mujer sigue siendo sumamente prevalente y la violencia de pareja es su forma más común. La violencia contra la mujer tiende a aumentar en cualquier tipo de emergencia, incluidas las epidemias. La probabilidad de estar expuestas a más riesgos y tener más necesidades es mayor en las mujeres mayores y las mujeres con discapacidad. Las mujeres desplazadas, las refugiadas y las que viven en zonas afectadas por conflictos son particularmente vulnerables”. (PAHO, 2020)

Seguiremos en la lucha hasta que todas seamos libres.

Puedes ver La Diosa del Asfalto en Netflix y escuchar el soundtrack en este enlace.

Volver arriba