Fotos: Óscar Villanueva / @theOzcorp
En años recientes han aparecido varias plataformas que resultan vitales para la difusión de sonidos que se construyen en el sector independiente de nuestro país, que por lo regular tienen que ver con estilos apegados al punk, garage, la psicodelia y todo aquello que tiene como hilo conductor el espíritu natural del rock & roll.
MonkeyBee es una de ellas, pues manteniéndose fieles a la cultura DIY se están abriendo paso dentro del circuito de festivales que se realizan en la Ciudad de México, teniendo actividades especiales con otro tipo de proyectos hermanos que poco a poco van teniendo una mayor proyección como el caso de Asiste O Muere, con quienes realizaron una fiesta especial como un pequeño calentamiento previo a la segunda edición del MonkeyBee Festival.
Si bien desde 2020 nos hemos estado enfrentando a una situación bastante compleja a nivel mundial, en las agonizantes semanas del año en curso por fin nos pudimos reunir en un mismo lugar para ser testigos de las sorpresas que estuvieron aterrizando desde hace poco más de dos años con un cartel que no solo hace eco de bandas internacionales, sino que se enfoca en difundir el trabajo que se hace a nivel local con bandas que van desde The Bela Lugossips, The Shivas, Sgt. Papers y Los Esquizitos.
MonkeyBee funciona como una comunidad plagada de camaradería; una donde no se permite la mala vibra ni mucho menos las malas caras, pues en todo momento se percibe un ambiente bastante especial donde los asistentes entablan una conversación directa con las bandas que suben al escenario. Es por eso que Sangriento (ubicado al interior de la Ex Fábrica de Harina) fue el lugar más indicado para congregarnos y disfrutar las presentaciones tempraneras de Los Sex Sex Sex, Capitán Muerte Junk Wild y hasta la demoledora actuación de Cardiel.
Estamos consientes de que las bandas que suelen aparecer en el cartel de festivales como MonkeyBee no suelen acaparar los titulares de los medios locales, pero es ahí donde radica el verdadero valor que tiene lo que se está produciendo en el circuito DIY de nuestro país, ya que cuenta con las características suficientes para estar a la altura de bandas de mayor trayectoria como Electric Six, siendo una iniciativa que realmente se preocupa por dar a conocer nuevas propuestas y no opta por girar en circulos con los mismos nombres de siempre.
MonkeyBee Festival es un lugar donde puedes gritar, bailar, sudar, meterte a un moshpit y tomar un poco de aire fresco mientras suenan las potentes guitarras de The Schizophonics, sin dejar de lado el torbellino de distorsión que era expulsado por los amplificadores que sacudieron cada parte del recinto hasta la media noche; momento donde los excelentes Frankie And The Witch Fingers cerraron con broche de oro la segunda edición del festival.
Sí, quizá no tiene una convocatoria masiva como otros festivales que derraman altas cantidades de dinero, pero el espíritu, el amor y genuina la pasión que está plasmada dentro de estos espacios son fundamentales para seguir construyendo alternativas que fortalezcan aquello que realmente nos mueve: la música.