Foto: Óscar Villanueva
El burnout es aquello que sucede cuando una persona llena al límite de su capacidad y termina colapsando por no encontrar un espacio para descansar o simplemente darse un respiro de la intensidad.
Escuchar la música de Otoboke Beaver se puede sentir como ese momento previo al burnout, con excepción que cuando las ves sobre un escenario es inevitable no sonreír, gritar, saltar o sentirte cómo si estuvieras en una fiesta que no quieres que se acabe.
Sin embargo, en su concierto gratuito en el House Of Vans CDMX fue un tanto evidente que el burnout les está llegando a ellas.



Y no es para menos, Otoboke Beaver no ha dejado de tocar ni de recorrer el mundo desde hace dos años, que fue cuando publicado el álbum Super Champon, así que en este momento es muy evidente y natural que el agotamiento físico les está llegando.
Aún así, es increíble la cantidad de energía que siguen derrochando sobre el escenario y la interacción que tienen con las personas para crear una experiencia inolvidable. Es una banda con mucha determinación y, sin miedo a equivocarnos, les podemos asegurar que es uno de los mejores actos en vivo que hemos visto en los últimos 10 años.
¡Larga vida a Otoboke Beaver!


