2. The War On Drugs – Lost In The Dream (Secretly Canadian)
Imaginense que Bruce Springsteen, Bob Dylan, Neil Young y Tom Petty se juntaran e hicieran un álbum; a eso suena Lost In The Dream, pero a la vez nada que has escuchado anteriormente. Se vuelve un clásico instantáneo una vez que lo escuchas y nunca puede llegar a ser abrumador.
Lost in the Dream es una entrega auténtica, honesta y muy personal de Adam Granduciel, quien pasó por una gran depresión y crisis de ansiedad en el proceso de composición; el resultado final: un disco colosal de 10 canciones emotivas, melancólicas, pero profundamente agradables.
Las guitarras y sintetizadores crean una atmósfera bañada en sufrimiento, aunque rápidamente es alivianado por las guitarras acústicas, la armónica, el saxofón y el piano que son como atardeceres auditivos en Lost In The Dream.
El álbum es rico en detalles y hace que todo lo demás parezca aburrido, cada rincón hierve de vitalidad cargada, eso acompañado de la franqueza de las letras de Granduciel hace que este disco sea una joya trascendente y atemporal.
Lost in The Dream, abraza la oscuridad y la desolación que lo inspiró, y crea la ligereza que podría disolverlas; es el producto de una verdadera obsesión, es un laberinto de musicalidad, a pesar de que hay canciones que sólo necesitan el rasgueo de cuatro simples acordes para que te impacten de sobremanera.
Sin duda, es un álbum impecable, como su nombre lo indica, cuando lo escuchas tienes la sensación de estar totalmente desconectado de todo y hace que te pierdas en interludios de ensueño.
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