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RESEÑA

Art Angels
Grimes
4AD
80%

Por Ernesto Olvera / @Ernestime

Ok, Claire Boucher siempre ha tenido la capacidad de jugar con su voz de formas muy particulares que en el pasado terminaron teniendo un impacto directo en la estructura general de sus canciones para que se percibieran como una sesión espiritual, sin importar que estas estuvieran construidas en un entorno DIY como en Geidi Primes o con la producción más refinada de Visions. Los tonos etéreos y el sentimiento que se iba acumulando en las atmósferas de las canciones la hacían sentir como algo especial. Grimes no era algo que estuviera siendo emulado en el momento de su concepción e incluso la figura tímida e inocente que mostraba, era como un gancho subliminal que hacía que nos fuéramos adentrando más y más en la oscuridad de Halfaxa, su segundo álbum.

Ese ambiente le sentaba muy bien y de algún modo u otro ayudaba a que su voz se mostrara en su mejor forma. Sin embargo, todo artista tiene que dar un paso grande para crecer y fortalecer una imagen que de seguir recorriendo los mismos terrenos, terminará ahogándose poco a poco en un abismo del que jamás podrá salir. Entonces, es natural que en Art Angels no exista absolutamente nada de lo que escuchamos en sus primeros tres discos. Es una aventura completamente nueva en la que está explorando el instinto que la fue orillando a crear música que sirviera como una pequeña introducción a su ambición. Esa ambición ahora es presentada con canciones estrictamente pop. Sí, están diseñadas de un modo muy genérico y fácil de digerir, pero al final son composiciones pop que tienen la capacidad de brillar por su propia cuenta.

Al inicio puede ser un poco complicado escuchar el cambio que existe en el mundo de Grimes, pero una vez que se comienzan a alinear sus gustos y las cosas que ha exhibido en el pasado como su amor por Pokémon y el K-pop, esta transformación se percibe como algo natural. Era inevitable, Grimes nació para hacer pop; uno que si bien no puede ser comparado con Taylor Swift o Miley Cyrus, porta con los ingredientes necesarios para imponer un estilo que venga a darle un giro a la estructura plastificada que existe en ese millonario sector de la música contemporánea.

«laughing and not being normal» es el intro perfecto para esta transformación en la que nos presenta un arreglo orquestal que evoca las sensaciones de clásicos como «Dream Fortress», para poco a poco romper el cascarón y convertirse en la imponente entidad pop que emerge en «California». La idea detrás de la canción puede compararse un poco con lo que hizo Best Coast en The Only Place (cabe mencionar que Bethany Cosentino también está muy clavada con Taylor Swift), así que quieran o no, ese lado del pop de nuestros días está teniendo un notable impacto en los proyectos ‘alt’ que llegaron esta década con una personalidad mucho más nítida.

Y aunque cercano al lanzamiento de Art Angels mencionó que el álbum estaba dividido en dos partes, las cuales vendrían a complacer a los que amaron «Go» y la otra estaría más inclinada hacia su pasado, la realidad es que eso no se percibe en lo absoluto. Las 14 canciones siguen los mismos patrones, con la excepción de que a partir de «Realiti» inicia un bloque en donde el sonido se hace más grande y expone lo mejor de este universo renovado de Grimes. Ahí tienen «World Princess Part II» con un amigable juego de sintetizador y un coro estúpidamente adictivo, así como su inesperada –y sorprendente– colaboración con Janelle Monáe titulada «Venus Fly».

Independientemente del cambio musical que existe en el disco, es muy importante hacer énfasis en el contenido de las letras, ya que en el álbum terminó fortaleciendo sus habilidades como productora y compositora. Las canciones podrán parecer como declaraciones de amor y desamor como «Flesh Without Blood», pero la realidad es que el mensaje no va dirigido a una persona en particular, sino al sector medios/managers/pseudo-fans que siguen ejerciendo un cierto sexismo en la música.

Claire Boucher no es la misma chica que hace cuatro años se ponía el micrófono en el cuello, que erraba al momento de ejecutar una melodía y que mostraba una personalidad bastante tímida. Todo eso quedó atrás, ahora tiene la fuerza suficiente para convertirse en un nuevo modelo de lo que conocemos como una estrella pop.

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