Child Death
Balam Acab
self-released
70%
Por Ernesto Olvera / @Ernestime
Wander / Wonder fue uno de esos discos indescifrables que fueron diseñados única y exclusivamente para sentirse. No hacía falta que le exigieran a su mente un análisis a fondo sobre lo que estaba ocurriendo a lo largo del disco, ya que la burbujeante esencia de las canciones tenía la capacidad de sumergirnos en un oasis que se asemejaba directamente a la de una sesión espiritual para entrar en contacto con nuestro propio ser.
Alec Koone, la mente detrás de Balam Acab, logró dibujar un maravilloso mundo alterno que va dejando a su paso un entrañable sentimiento que muy pocas veces se puede percibir desde el primer momento en un disco que se va alimentando de sampleos y voces que se van camuflajeando con la parte instrumental. Wander / Wonder era un marítimo viaje de emociones que obligadamente necesitaba contar con un sucesor que viniera a dosificar la personalidad y el porte con el que Koone ha venido desarrollando sus habilidades como productor.
A poco más de cuatro años de haber debutado con esa producción y de estar trabajando con sellos como Tri Angle Records, Balam Acab está de regreso con un álbum que se va alimentando de distintos estilos que incluso hicieron que Koone incluyera instrumentos como la batería, guitarra o hasta sus propias cuerdas vocales para separarse un poco de lo que hizo en Wander / Wonder. Digamos que de algún modo trato de esquivar todas las cosas que pudieron haber hecho que Child Death se percibiera como una mutación insípida de su debut, y por ende se encargó de complementar sus entrañables melodías con instrumentos que en definitiva terminan elevando el misticismo que siempre ha existido en torno a Balam Acab.
«Glory Sickness» es el corte que nos da la bienvenida en esta producción que, si bien no termina estando al nivel de su predecesor, si cuenta con las herramientas necesarias para dejar muy en claro que la existencia de Balam Acab es vital dentro de todo lo que se está haciendo en el circuito experimental de la música electrónica. Ahí está «Spent Lives», con un perfil mucho más oscuro y juguetón que se va extinguiendo en medio de un drone muy peculiar que puede asemejarse a los que viven en los discos de Ensemble Economique. Sin embargo, después llega «ANDIWILLTELLU» con una base R&B que termina absorbiendo por completo la inspiradora voz de Koone.
Una de las cosas que llama la atención dentro de todo el concepto de Child Death, es que en él no aparece ninguna de las grabaciones que recibió el año pasado por parte de sus seguidores para ser sampleados en el álbum, lo cual deja abierta la posibilidad de que esta producción sea solo un pequeño preámbulo de lo que nos estará entregando en un futuro no muy lejano. De ser así, es tiempo de que vuelvan a prepararse emocionalmente para dejarse llevar por la belleza natural de Balam Acab, ya que en Child Death no se ven plasmadas ni la mitad de las maravillas que es capaz de hacer.





