Por Ernesto Olvera / @MyBlogCliche
Fotos Enrique Prian
Julia Holter tiene un encanto muy especial que termina por generar una fuerte empatía en nuestro interior con solo ver su silueta. Es una persona que destila porte, elegancia y talento; no necesita de un montaje escénico tan complejo para ejercer su poderío dentro del circuito musical de nuestros días, ya que sus cuerdas vocales tienen la fuerza necesaria para cubrir por completo un espacio de dimensiones muy complejas.
Aunque empezó tocando en la banda que respaldaba a Linda Perhacs, después de experimentar con los instrumentos que tenía a la mano y de ejercitar su voz de forma constante, optó por empezar a componer sus propias canciones y honestamente esa fue la mejor decisión que pudo tomar, ya que gracias a ello pudimos contemplar su magistral presencia en el Ex-Convento de San Hipólito para celebrar el Día Internacional de la Mujer.
Esta no es la primera vez que Julia Holter está en la ciudad, ya que cuando era adolescente estuvo viviendo un tiempo por acá y eso fue algo que recordó durante su presentación, ya que además esas experiencias sirvieron para componer «Feel You», primer sencillo de Have You In My Wilderness, en donde hace mención de los días lluviosos que le tocó vivir durante su estancia en la ciudad.
Ese día en específico no llovió, pero la calidez que se desprende de su voz nos abrazó por completo mientras la temperatura iba desendiendo en el exterior. Julia Holter es una persona de gustos simples; eso se ve reflejado directamente en su estilo para componer y la magia que es capaz de emitir con solo un par de notas de su piano.
La sonrisa que se dibujaba en su rostro era mitad felicidad, mitad su encanto natural y mitad nerviosismo, ya que en este show aprovechó para debutar una serie de canciones nuevas que, probablemente, podremos escuchar en el álbum que tiene programado para la segunda mitad del año.
Estas canciones siguen una línea muy particular que en momentos nos traen de vuelta la arquitectura de Ekstasis, álbum del que interpretó «Marienbad», así como las tonalidades de ensueño de su magnífico Loud City Song. Aunque solo nos mostró las maquetas de esas canciones que están por aterrizar en el estudio, su belleza natural radica en su impecable nivel de ejecución que naturalmente las convirtió en un imponente monumento.
El complemento visual que la acompañaba sobre el escenario fue el ideal para hacernos sentir como si estuviéramos en uno de los sueños más hermosos y estimulantes que hemos tenido. El montaje audiovisual era sumamente cautivante y con canciones como «Horns Surrounding Me» y «Sea Calls Me Home», solamente fue solidificando el vínculo emocional que se iba desarrollando minuto a minuto con los asistentes.
Pero, ya saben, por si eso no fuera suficiente, ya llegando al final de su presentación quiso hacer algo muy especial; algo con lo que le diéramos nuestro corazón sin temor a ser lastimado. «¿Les gusta Leonard Cohen?«, preguntó antes de sorprendernos con un cover cantado en español del clásico «Hallelujah» que, antes de ponerlo en marcha, se disculpó por no tener un español realmente perfecto. Sin embargo eso pasó a segundo plano; no importo, ya que su ejecución nos llenó el alma de alegría.
Las sorpresas no pararon en el Ex-Convento de San Hipólito, ya que además de prometer que regresará a la ciudad con su banda completa, desempolvó una de sus más grandes rarezas que, tal como ella misma lo mencionó, la pueden encontrar en Soundcloud (si es que aún lo usan). Se trata de «Why Sad Song», una canción que nos puso en el mood más indicado para sucumbir ante el pasional sentimentalismo de «Betsy On The Roof».
Julia Holter es uno de esos seres humanos que no quieres dejar de ver. Es como un ángel que emite una confianza y una seguridad donde nos hace creer que el amor es real y que sus canciones son la prueba más clara de su existencia.