Fotos Óscar Villanueva
Por Ernesto Olvera
Seguramente en varias ocasiones les ha tocado escuchar a distintos artistas hablar sobre sus influencias y las motivaciones que tuvieron para tomar un instrumento por primera vez. Aunque esos discursos pueden lucir un poco sobreexplotados, la realidad es que hay momentos muy específicos donde ese fenómeno realmente se hace presente en nuestros corazones.
El ver a una banda en vivo que no escatima en términos de energía, el dinamismo que proyectan en conjunto, las altas vibraciones de sus amplificadores y la emoción con la que recorren cada rincón del escenario mientras tienen una sonrisa en el rostro, son solo algunos de los aspectos que nos incitan a tomar un instrumento por primera vez.
Estos momentos se vivieron durante el concierto de IDLES en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes, pues si bien es muy sabido que sus presentaciones son un torbellino de energía, una descripción en palabras no se compara con la experiencia de vivirlo en carne propia, ya que el quinteto tiene el poder de encapsularnos en un momento donde no nos queda más que brincar, saltar, cantar y simplemente dejarnos llevar por el recorrido de canciones que nos llevan desde Brutalism hasta Crawler, su más reciente álbum.


Después de dos largos años sin conciertos a causa de la pandemia, una banda como IDLES resulta vital dentro del proceso de reactivación para sentir una sacudida en el cuerpo; un momento donde la incertidumbre sea reemplazada por emoción, energía y la adrenalina de compartir un momento especial con conocidos y extraños. Esto es algo que la banda domina a la perfección desde que ponen un pie sobre el escenario, ya que en la pausa de “Colossus” orquestaron una división entre el público para romper la tensión en un moshpit que nos fue adentrando en “Car Crash”, “Mr. Motivator” y “Mother”.
Hablar de IDLES sin hacer mención de Joe Talbot es imposible, pues durante su segundo concierto en la Ciudad de México hizo énfasis en la fortaleza que tiene tanto en sus cuerdas vocales, como en el mundo de los frontman, pues sin problemas podemos decir que es uno de los mejores que han aparecido durante los últimos 10 años.
La explosión de emociones que contemplamos en el Pabellón Oeste estuvo integrada por 24 canciones que sonaron sin pausas; no hubo encore; no hubo momentos para descansar y con “Love Song” hasta aprovecharon para hacer un medley con referencias a canciones como “Love Will Tear Us Apart” de Joy Division, “Easy” de Commodores, “From Her To Eternity” de Nick Cave, “Nothing Compares 2 U” de Prince y hasta “Someone Like You” de Adele.


Otra de las cosas que siempre se agradece durante un concierto, es el compromiso que muestra la gente con la banda en todo momento, ya que de principio a fin no dejaron de corear canciones como “”Never Fight a Man With a Perm”, “A Hymn”, “I’m Scum” y por supuesto, “Danny Nedelko”, donde Joe Talbot aprovechó para mencionar la vitalidad de los inmigrantes en Reino Unido y el deseo de entablar conversaciones con inmigrantes mexicanos.
Quizá los discos de IDLES han causado muchas divisiones entre “críticos especializados”, pero la realidad es que Joe Talbot, Adam Devonshire, Mark Bowen, Lee Kiernan y Jon Beavis están viviendo su más grande sueño; uno que finalmente hizo posible que dieran dos conciertos en México ante una audiencia que los estuvo esperando durante varios años, principalmente después de la viralización de su presentación en Glastonbury donde Talbot mencionaba que cuando eran niños veían la transmisión del festival en sus casas, y ahora ellos formaban parte de dicha transmisión.
Al conocer la historia de IDLES, es imposible no contagiarse de su energía al verlos sobre el escenario y querer tomar un instrumento para vivir nuestro propio sueño.

Setlist
Colossus
Car Crash
Mr. Motivator
Grounds
Mother
The New Sensation
Samaritans
Divide and Conquer
The Beachland Ballroom
Never Fight a Man With a Perm
Crawl!
1049 Gotho
When the Lights Come On
Love Song
The Wheel
Television
A Hymn
War
I’m Scum
The End
Date Night
Wizz
Danny Nedelko
Rottweiler