Fotos: Carlos Maycotte
Por: Felipe Corrales
El concierto de Homeshake en su regreso a CDMX fue toda una experiencia que nos mostró la madurez de Peter Sugar, mostrando un sonido más fuerte al que nos tenía acostumbrados, todo combinado con minimalismo y emoción.
Desde el primer momento, con «Every Single Thing», Peter Sagar estableció el tono: una noche de ritmos relajados y texturas nostálgicas. Canciones como «Simple» y «Heat» fueron recibidas con entusiasmo, mientras que «Feel Better» en aplausos y ovaciones.





El show avanzó con una energía sutil pero constante. «Horsie» y «Heartburn» envolvieron la sala en una neblina de sintetizadores y guitarras suaves, mientras que «On a Roll» y «I Don’t Wanna» rompieron un poco la monotonía con sus ritmos más dinámicos. La audiencia se dejó llevar por la melancolía de «Basement» y «Brothers», temas que resaltan la esencia introspectiva del setlist.
El cierre llegó con la encantadora «She Can’t Leave Me Here Alone Tonight», seguida de «Believe» y «Empty Lot», dejando una sensación de ligereza en el aire. Con una interpretación sin excesos pero llena de sensibilidad, Homeshake demostró que su música es un espacio seguro donde la simplicidad y la emoción pueden coexistir en perfecta armonía.




