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RESEÑA

Anthems For Doomed Youth
The Libertines
Virgin EMI
75%

Por Elizabeth Muñoz / @Lilliankiller

En diez años pueden pasar muchas cosas, para Pete Doherty y Carl Barât, principales estandartes de The Libertines, ese tiempo transcurrió dentro de un huracán de emociones que vieron nacer otros proyectos musicales sin tener el éxito logrado como conjunto, además que en ese tiempo el principal protagonista fueron los vicios y los problemas mentales de los dos líderes.

Después de una pelea que parecía interminable DohertyBarât por fin hicieron las pases, no solo entre ellos si no también con sus propios demonios, logrando por fin lo más parecido a una sensación de paz que después se transformó en su tercera placa: Anthems For Doomed Youth.

El disco que se cocinó con una gran expectativa fue grabado en Karma Sound Studios cerca del centro de rehabilitación donde Doherty pagaba su penitencia, el primero sin la producción de Mick Jones, con el propósito de terminar relación con su otro gran amor: las drogas, acto de completa amistad para el resto de la banda que con esta aparición le demostraban apoyo y que saldrían ilesos una vez más.

Anthems For Doomed Youth es el retrato viviente de todos los sentimientos, quejas y vivencias que se dieron como resultado del tiempo muerto en el que dejaron a una de las bandas más representativas de los 2000 en Londres.

La primera declaración se hace con «Barbarians» que al escuchar: ‘This one’s for your heart and for your mind’, dejan claro el propósito de este álbum como primera instancia, verso que es acompañado del clásico sonido inglés que te transporta a los pubs de mala muerte justo donde se encuentra “lo mejor” de Inglaterra.

“Gunga Gin” da el protagonismo necesario a los demonios de Doherty: ‘Getting sick and tired of feeling sick and tired again’, mientras que su sonido nos devuelve la escencia de Up the Bracket, casi como si el tiempo no hubiera pasado. En cuanto a “Fame and Fortune”, el titulo habla por si mimo, personas perdiéndose entre la fortuna y la fama para después encontrarse dentro del caos.

Tal vez las más entrañables lleguen con “You’re my Waterloo” y “Anthems For The Doomed Youth» con tonalidades mucho más cercanas a una balada sin dejar atrás el poder de la narrativa el cual lleva una carga muy importante de la historia de este dúo que con esto pretende revivir a la mejor pareja destructiva, complementando perfectamente los acontecimientos pasados y presentes de la banda.

El disco funciona más como una introspección que tal vez ayudó a todos a entender en dónde estaban situados y por qué, dando como resultado una radiografía que deja al descubierto las heridas que se causaron a ellos mismos y al mismo tiempo que se causaron el uno al otro, muestra de ello es “Heart Of a Matter”, “Iceman”, “Belly Of The Beast” y “The Milkman’s Horse”, que básicamente dejan a la intemperie la podredumbre de DohertyBarât.

El disco es valorado por la honestidad con la que tratan los temas más oscuros de su vida, tal vez por esta razón Doherty sufra de ataques de ansiedad en esta gira, pero supongo que sigue siendo parte de la penitencia y por la cual no viaja sin su consejero personal, un costo por demás barato que el de regresar con su gran amor.

En Anthems For Doomed Youth dejan a un lado la rebeldía punk con la que seguramente destruyeron parte de Londres para dar una vista al pasado y reflexionar al respecto en donde el remordimiento y la rendición se hacen presentes como eco en toda la placa y tal vez es esa juventud condenada a la que se refieren.

Probablemente The Libertines no significarían lo que son ahora si hubieran continuado con su carrera, tal vez Doherty se hubiera unido al tan exclusivo club de los 27 desde hace mucho tiempo, lo que es un hecho es que Anthems tiene valor por regresarnos a los malditos de Inglaterra que nos robaron la razón en el 2000 y como bien dicen: éste es para el corazón y para tu mente.

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