16. Alvvays
Uno podría pensar que en vivo Ben Gibbard podría aprovechar la oportunidad para tocar un cover de Death Cab For Cutie, The Postal Service o de alguna otra banda que haya influido en él. Sin embargo, durante una de las presentaciones que ofreció como solista en el año, decidió versionar «Archie, Marry Me» de los canadienses Alvvays.
Yup, tomen esa referencia como quieran, pero este adorable quinteto que sigue los pasos del entrañable dream-pop que se fue consolidando a inicios de esta década con bandas como Best Coast, logró darle un toque refrescante a este género que estaba destinado a morir por el limitado mundo en el que se encuentra, el cual no cuenta con demasiadas opciones para experimentar y hacer que aparezcan álbumes que dejen huella.
Las canciones de su debut homónimo editado por Polyvinyl son himnos para un corazón roto que está en busca de color para curar las heridas. «Archie, Marry Me» es el ejemplo perfecto de ello y de este modo, es como esperamos que Alvvays se meta dentro de su biblioteca musical.
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