5. Aphex Twin – SYRO (WARP Records)
2014 no es un año que pueda presumir de regresos y reuniones, pero afortunadamente marcó el retorno de uno de los productores más respetables de la música electrónica de los 90. Aunque él no necesita de mayor presentación, ya que aún sin clavarse en su discografía pueden saber muy bien de qué estamos hablando, es importante mencionar que Richard D. James es el rey de lo inesperado y por ende lo que nos presentó en SYRO es un manifesto de la belleza que siempre ha rodeado a Aphex Twin, aún con el frenético estilo que hizo que Chris Cunningham se enamorara de su trabajo en su momento.
En SYRO no existe un clásico como «Windowleaker», pero si es un material que se va alimentando de sonidos en los cuales Richard D. James vuelve a demostrar que no se necesita crear beats ruidosos para hacer música electrónica de calidad. Todo aquí tiene clase y escuela, eso es algo que parece haberse perdido en el género con el nacimiento del denominado EDM. Desde «minipops 67» podemos ser testigos de lo delicioso que puede ser escuchar efectos provocados por máquinas y voces digitalizadas sin caer en el cliché de Daft Punk.
Cuando se anunció su lanzamiento, lo más intrigante de tener un nuevo álbum de Aphex Twin después de los 13 años que pasaron desde el lanzamiento de Drukqs, era no saber a qué estaría sonando o qué es lo que entregaría luego de todos los estilos que nacieron en este tiempo. Al final del día, con esta producción Aphex Twin solamente evoca a Aphex Twin y con Syro simplemente desnudó por completo la hermosa magia de sus melodías que en el pasado era perturbada por el noise y la tensión de «Come To Daddy».
SYRO es un monumento de armonías y melodías que se pegan a la piel.






