24. Liars – MESS (Mute)
La belleza visual se combina a la perfección con un contundente álbum: Mess. Lograron salirse de su zona de confort e hicieron un sonido más bailable del que estábamos acostumbrados. Catorce años suenan pocos, pero para la escena musical es una eternidad si no se rompen barreras sonoras. Los sintetizadores se escuchan en los primeros segundos de “Mask Maker” y continúan en tracks como “Pro Anti Anti” y “Boyzone”.
Angus Andrew, Aaron Hemphill y Julian Gross continuaron con la tradición de mantenerse raros lanzando sus sencillos con videos. Esto nos hizo apreciar mejor la producción. Es cierto que es un álbum que puedes escucharlo de principio a fin sin problema, pero los efectos que vienen acompañados como los colores lo hacen aún mejor. Partieron de un lado bizarro a algo bello, demostrando que la experiencia y el arriesgue vale más que una línea de confort.
23. Real Estate – Atlas (Domino Records)
El tercer LP de la banda no logró cambios contundentes en sus sonido pero mejoró bastante en la melancolía de sus canciones. Sabemos que las producciones que publiquen los originarios de New Jersey es para romperte el corazón poco a poco. Atlas es un gran disco que te permite conocer mejor el verano con alegres guitarras y te hunde en el frío del invierno con las letras cantadas a través de la dulce voz de Martin Courtney.
Las diez canciones te remontarán a tu niñez, a ese lugar seguro al que regresas cuando atraviesas por un bache emocional. Te reúnes con amigos, ves a la chica o chico del que tu corazón siempre latió y convives con la familia. Es un respiro a la realidad. Una de las mejores canciones que encontrarás es “Crime” donde cantan: “I don’t wanna die lonely and uptight. Stay with me all will be revealed”. Un golpe directo al corazón.
En pleno 2014 hay pocos discos tan bonitos como el Alex Bleeker, Matt Mondanile, Martin Courtney, Jackson Pollis y Matt Kallman hicieron, por ello es digno de estar en las mejores listas por la consolidación de su sonido y la facilidad con la que viajamos a través de su melancólico estilo.
22. Cloud Nothings – Here And Nowhere Else (Carpark)
Lo mejor que le pudo pasar a Dylan Baldi es tener una guitarra y una cuenta en MySpace. Lo que sucedió después ya es historia, pero algo de lo que este morro (con apenas 22 años) logró fue que su desgarradora voz y sangrientos riffs nos sacudieron la cabeza al máximo con su último álbum: Here And Nowhere Else.
Ya tenía años que una banda de rock no nos impresionaba tanto con un disco y presentaciones en vivo como la que vivimos en el Pasagüero con el trío de Cleveland. Esta producción es agresiva y ni se nota que las canciones fueron escritas un día antes de entrar al estudio. Definitivamente maduraron en la composición lírica y melódica a comparación del Attack On Memory. Existen tantos detalles a los que deseas prestarle atención pero por la rapidez e intensidad se escapan, así que la mejor forma de escuchar este disco es de principio a fin, seguido una y otra vez.
Es breve pero la crudeza con la que manejaron ocho tracks es suficiente para dejarte sin aliento. Más discos así en los próximos años.








